100 Linden Avenue

 

 A unos cinco minutos de donde vivo se encuentra el único Templo Bahai de Estados Unidos. WHAT?! para los que no tengan ni idea de que va esto (igual que yo al principio), la Fe Bahá'í es una de esas nuevas religiones independiente que se van originando de a poco. Cero interés en religiones por mi parte, pero wikipedia sigue siendo tu mejor amiga en esto si sientes curiosidad. 

 

 Adoro encontrarme edificios como estos tras tantos kilometros cuadrados de zonas residenciales y bloques de cemento con restaurantes de comida basura del tipo McDonals, Wendy's o entre medías Targets, Marshalls, Cleaners o porque no oficinas de dentistas. Además está enclavado al lado del puerto del pueblo, lo que le hace ganar mas puntos.

Aquí conocí de forma muy surrealista a una aupair española que vivía en la zona y que desconocía por completo y despedí a otra tras un año por suelo americano. Qué coincidencias y el mundo es un pañuelo son mis frases más repetidas, he ganado muchas historias como esas desde que he llegado a Chicago pero todavía hay tiempo.

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4 meses después...

Así es, una promete escribir de forma continua y relatar la experiencia y todo se queda en eso, una promesa. Tanto como que la supuesta entrada que iba a escribir después sería en Nueva York. Y ahora es en Chicago, 4 meses después.

Durante este tiempo mi vida ha sido una montaña rusa de emociones. El darte cuenta de lo que tienes y valorar cada detalle de lo que te importa cobra sentido con mucha fuerza cuando dejas tu país. Los primeros días fueron durísimos para mí, cosa que la verdad no me lo esperaba de esa forma ya que me consideraba una persona fuerte emocionalmente y palazos como esos te dejan KO. No voy a negar que por mi cabeza no haya pasado la idea de dejarlo todo e irme, de pensar que esto no es para mi y que nunca conseguiré acomodarme en esta cultura. Después vienen los días buenos, que se resumen en tus findes de semana, en los que socializas, aprendes y te diviertes a la vez. Sabes que todo es a contrareloj y que te tienes que volver a sujetar y prepararte para la gran bajada de la atracción. Después subes y vuelves a bajar, y subes y bajas otra vez. Hasta que después de 4 meses tu cuerpo se acostumbra a esos cambios de alturas y te encuentras en un estado de ignorancia. Sabes lo que hay, lo ignoras y tratas de enfocarte en vivir esto con todos sus pros y sus contras.

En este estado estoy yo ahora mismo.

Chicago, septiembre 2012